jueves, 10 de diciembre de 2009

Tierra Castellana


A ti, tierrra mía abandonada
que no diste los frutos generosos

que los hombres a brazos laboriosos
te pidieron al arado y a la azada.

A encina de tu campo polvoriento,
bajo su sombra recia y centenaria
reposaré mi pluma solitaria
y nutriré de ti mi pensamiento.

De mi pueblo, sus montes ancestrales
guardan paz y silencio de capilla
donde lanzo a las ondas orbitales

el soneto amasado con semilla
de mi tierra y azules celestiales
de los campos abiertos de castilla.



Publicado por:  © Mª Teresa Sánchez martín

No hay comentarios:

Publicar un comentario